Por Juan Ignacio Blanco (UNO)Son distintas, pero van detrás del mismo ideal. Ser las mejores en lo suyo y buscar que muchas chicas se sumen detrás de sus sueños de mantener por mucho tiempo sus coronas de campeonas mundiales.
Son diferentes. Yésica Marcos es calladita y no opone resistencia a las órdenes del rincón. Yésica Bopp, en cambio, dirige la batuta dentro del Cenard y guía a sus ex compañeras de Selección, apodadas Las Toritas.
La campeona mundial mendocina y la titular unificada AMB-OMB de las minimoscas, han compartido sesiones de guanteo en el búnker de los seleccionados nacionales, realizando la puesta a punto para sus respectivo combates.
Aprovechando que estaban juntas, era bueno saber cómo fueron estos 15 días de convivencia entre dos de los máximos exponentes del box femenino de nuestro país.
“Estoy muy cansada, pero esto me sirve muchísimo para la defensa (será el próximo viernes ante la colombiana Yolis Marrugo). Las chicas tienen otro ritmo. La verdad es que me voy muy contesta”, explicó Yésica Marcos luego de la penúltima práctica en Buenos Aires.
El Bombón, fiel a su estilo del perfil bajo, de cierta manera le agradeció a los integrantes de las selecciones por la oportunidad, diciendo que “ha sido una experiencia muy buena, y estoy contenta por eso. Me han ayudado muchísimo”. Yésica se saca un poco la presión de ser una de las abanderadas del boxeo femenino de Argentina. “Más que eso, yo siento que esto lo hago para que se sigan sumando chicas a este deporte”, señaló la púgil.
“Una trabaja para dejar siempre bien parado al boxeo femenino, y sobre todo para que la Selección crezca”, explicó la Tuti sentada a la vera del ring, y agregó que: “la verdad es que con Yésica está todo bien. Al principio es calladita, pero de a poco la hicimos soltarse. Espero que se haya sentido muy cómoda”.
“Ella vino a Buenos Aires para que la ayudemos con la defensa. Creo que esa noche a la colombiana le gana por nocaut en el tercero”, disparó la boxeadora de Villa Domínico.
Las chicas son, junto a Mónica Acosta, Anabella Farías y Carolina Gutiérrez, y la Tigresa Acuña, las que guían este camino difícil, que le dio a nuestro país seis campeonas mundiales con reinado en simultaneo.
Son diferentes. Yésica Marcos es calladita y no opone resistencia a las órdenes del rincón. Yésica Bopp, en cambio, dirige la batuta dentro del Cenard y guía a sus ex compañeras de Selección, apodadas Las Toritas.
La campeona mundial mendocina y la titular unificada AMB-OMB de las minimoscas, han compartido sesiones de guanteo en el búnker de los seleccionados nacionales, realizando la puesta a punto para sus respectivo combates.
Aprovechando que estaban juntas, era bueno saber cómo fueron estos 15 días de convivencia entre dos de los máximos exponentes del box femenino de nuestro país.
“Estoy muy cansada, pero esto me sirve muchísimo para la defensa (será el próximo viernes ante la colombiana Yolis Marrugo). Las chicas tienen otro ritmo. La verdad es que me voy muy contesta”, explicó Yésica Marcos luego de la penúltima práctica en Buenos Aires.
El Bombón, fiel a su estilo del perfil bajo, de cierta manera le agradeció a los integrantes de las selecciones por la oportunidad, diciendo que “ha sido una experiencia muy buena, y estoy contenta por eso. Me han ayudado muchísimo”. Yésica se saca un poco la presión de ser una de las abanderadas del boxeo femenino de Argentina. “Más que eso, yo siento que esto lo hago para que se sigan sumando chicas a este deporte”, señaló la púgil.
“Una trabaja para dejar siempre bien parado al boxeo femenino, y sobre todo para que la Selección crezca”, explicó la Tuti sentada a la vera del ring, y agregó que: “la verdad es que con Yésica está todo bien. Al principio es calladita, pero de a poco la hicimos soltarse. Espero que se haya sentido muy cómoda”.
“Ella vino a Buenos Aires para que la ayudemos con la defensa. Creo que esa noche a la colombiana le gana por nocaut en el tercero”, disparó la boxeadora de Villa Domínico.
Las chicas son, junto a Mónica Acosta, Anabella Farías y Carolina Gutiérrez, y la Tigresa Acuña, las que guían este camino difícil, que le dio a nuestro país seis campeonas mundiales con reinado en simultaneo.
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