Hanna Gabriel noqueó a Stone y retuvo su corona

Hanna Gabriel retuvo anoche por tercera ocasión el título mundial de la categoría superwelter (154 libras) de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), tras vencer por nocaut técnico a la estadounidense Dakota Stone en el octavo round.

El marco no podía ser mejor: un Palacio de los Deportes repleto de vibras positivas, una pomposa entrada y un fiel y masivo canto del Himno Nacional que hizo que se erizara la piel. En esos minutos de presentación, Gabriel, flamante monarca, se veía metida de lleno en lo que se jugaba en el ring. Quizás sabía que Stone sería una roca. Sí, tal y como lo filtraba su apellido.

La tica arrancó haciendo gala de su alta velocidad y energía. Nunca se quedó quieta. La norteamericana se amarró al centro del ring buscando ser efectiva con el jab. A sus 42 años era una locura salir a perseguir a una mucho más joven Gabriel.

Dicha rapidez le generó los primeros aciertos a la campeona. Las combinaciones básicas entraron con facilidad y las extendidas provocaron el daño.

Gabriel sumaba puntos con claridad, pero Stone seguía firme. No había duda de la superioridad, pero en este tipo de escenarios, la duda siempre nace.

Pasaron los rounds y la dosis se repitió. Una, dos, tres, cuatro veces. Y más. La gente pedía con urgencia el nocaut y Gabriel lo buscó con mayor mayor intensidad. Los ganchos al rostro de Stone empezaron a dejar huella y a acrecentar la confianza de la tica. Pero la púgil visitante no caía.

Sin embargo, llegó el octavo asalto, el cual sería el definitivo. Con gran polémica, tal vez en uno de los intercambios más tibios que hubo en todo el combate, el árbitro Genaro Rodríguez, de Estados Unidos, decidió parar la pelea.

La propia Gabriel dijo luego que el referí decidió detener la lucha por que la estadounidense había recibido mucho castigo. Totalmente cierto, pero seguía de pie y con ganas de continuar.

Stone reclamó, también lo hizo su esquina, también lo hizo un desilusionado público. La norteamericana dijo que le robaron la pelea.

La noche no pintaba para que en su clímax se apagara de esa forma. “No me gusta ganar así, le daré la revancha”, dijo Gabriel a todo al gimnasio por el altavoz.

Ahora, su marca llegó a 13 peleas ganadas (con 12 nocauts) con solo un empate y sin derrotas. Habrá que ver si se hace efectiva una revancha o si buscará un nuevo reto en su carrera.

Fuente: La Nación de Costa Rica